viernes, 25 de febrero de 2011

Todo lo aprendió en los libros

Aparicio Distributors en Bayamón es la única librería en la Isla especializada en literatura infantil

A Héctor Aparicio la pasión por la literatura infantil le sale por los poros. Rodeado de libros con imágenes grandes y coloridas, el empresario no puede dejar de sonreír cuando habla de su librería para niños, en la que recién inauguró el Bosque de los Cuentos.

En vez de hacerle eco a las voces que proclaman la muerte de los libros, y que insisten en que estos últimos no pueden competir con los videojuegos a la hora de captar la atención de los niños, Aparicio redobla esfuerzos para que los más chicos tengan la oportunidad de descubrir y disfrutar literatura infantil variada y de calidad.

Así es que, cuando uno de sus principales clientes, el Gobierno de Puerto Rico, empezó a bajar sus pedidos, el empresario no se amilanó, ni empezó a recortar gastos. Al contrario, invirtió más de $100,000 en transformar un área de almacén en el segundo piso de la librería en un Bosque, donde el árbol Simón y la mona Lilly reciben a los pequeños para contarles cuentos de autores puertorriqueños.

“Queríamos seguir fomentando la ilusión por los cuentos. No les llegan los libros a la escuela, y en Puerto Rico no hay lugares para leerle a los niños”, explicó sobre la iniciativa que logró mediante la reinversión de las ganancias del negocio y el apoyo de un banco.

La idea que originó el Bosque de los Cuentos fue el deseo de tener un cuentacuentos, como los que el librero conoció en México, país con el que tiene una relación comercial.

Un paraíso literario
El concepto está dirigido a niños entre dos y ocho años, que llegan en giras escolares o con sus padres. A petición de este último grupo, el Bosque de los Cuentos ahora también recibe a cumpleañeros que quieran compartir con sus amiguitos el placer de la lectura.

El precio de la entrada es de $10 por persona, e incluye un minilibro, una manualidad y una tarjeta de membresía al club de lectura con la foto del niño. Con esta última se otorgan descuentos ilimitados en compras en la librería.

El “recorrido” dura alrededor de dos horas, y comienza en el primer piso de la librería Aparicio Distributors, en la avenida Lomas Verdes, en Bayamón. Allí, una “guardabosques” habla de la importancia de reciclar para preservar los árboles, que son la materia prima del papel con el que se hacen los libros.

Luego, suben al segundo piso y se adentran en un bosque fantástico, pasan por un río y se sientan sobre el pasto a esperar por que la mona Lilly y el árbol Simón despierten para contar cuentos. Los personajes robóticos se mueven con naturalidad, y tienen la mirada fija hacia las cabecitas que los observan curiosos. Por las bocinas, se escuchan las voces de los narradores que animan a los niños a participar en la historia.

“Los nenes después no se quieren ir, quieren quedarse con la mona Lilly y el árbol Simón. Se sienten en el paraíso y se tiran al piso a leer”, relató Aparicio sobre la experiencia de este último año en su hermoso Bosque.

Librero experimentado
La carrera laboral de Aparicio, desde el principio, estuvo vinculada a los libros. Su primer empleo fue con Editorial Cultural. En 1998, decidió irse por su cuenta y estableció Aparicio Distributors desde la sala de su casa.

“Nos tropezábamos con los libros”, bromeó sobre los primeros pasos de su negocio, cuando sus hijos eran pequeños.

Cuando el volumen de ventas creció, fue necesario buscar un local comercial. Consiguieron comprar el espacio que hoy ocupan en Bayamón, y poco después establecieron allí, en el 2002, la única librería en Puerto Rico especializada en literatura infantil.

“Los textos escolares se los dejamos a las librerías de textos. Queremos que los niños asocien nuestros libros con el disfrute, no con la escuela. Aunque están aprendiendo a leer sobre valores y destrezas”, expresó Aparicio sobre la especialización de su negocio, en el que ofrece libros para niños sobre temas sociales “difíciles”, como violencia de género, divorcio y condiciones de salud.

El librero viaja el mundo en busca de la mejor literatura infantil disponible en español. Entre su inventario cuenta con autores de América Latina, España, India, Suecia, Alemania, Japón, Canadá y Estados Unidos.

Y con lo que ha visto y aprendido, Aparicio Distributors también se aventuró a publicar sus propios libros, y su colección ya incluye tres títulos en formato grande para preescolares, escritos e ilustrados por puertorriqueños: “La gallina de Matías”, “Las manchas de Daniela” y “La increíble historia del Alfadrilo”.

Labor comunitaria
Como parte de su estructura de negocios, Aparicio Distributors ofrece a las escuelas públicas y privadas interesadas la oportunidad de recaudar fondos mediante ferias de libros en los planteles. Para éstas, el librero lleva diferentes títulos para que los niños compren los que más les llamen la atención. A cambio, la escuela o el maestro organizador recibe un por ciento de las ganancias, ya sea en efectivo o en crédito de la tienda para abastecer la biblioteca escolar.

Este proyecto es uno que le causa mucho satisfacción, especialmente cuando visita pueblos del centro de la Isla, donde con libros de $2 y $3 puede sembrar la semilla del amor por la lectura en los pequeños.

Esa combinación de negocio y labor social también queda plasmada mediante su participación como embajador del programa federal Reading is Fundamental (RIF), que regala libros tres veces al año a niños de las escuelas participantes.

“Es un programa bien bonito, porque le presentas al niño una mesa con libros para que escoja el que le guste y se lo lleve a su casa”, explicó Aparicio.

RIF opera mediante propuestas, en las que se toma en consideración el nivel socioeconómico de la comunidad en la que se encuentra la escuela o colegio interesado. Los libros que cualifican tienen un costo de $2.25, de los cuales la administración escolar aporta el 25% y el gobierno federal el restante 75%. Cada alumno que participa recibe tres libros a lo largo del año.

Para Aparicio, intervenir en diferentes frentes ha sido la clave para cumplir sus metas de negocio y su misión personal: todo sea por mantener a los niños leyendo y fantaseando.

domingo, 6 de febrero de 2011

Protestan por cierre de bibliotecas en Reino Unido

El Gobierno optó por cerrar los centros de lectura como una medida para reducir el gasto público

Un maratón de protestas en forma de sentadas u ocupaciones nocturnas tienen lugar en el Reino Unido este fin de semana para protestar por el cierre de cientos de bibliotecas municipales en el marco de los recortes presupuestarios impuestos por el Gobierno de David Cameron.

Unas 40 personas pasaron la pasada noche leyendo y compartiendo juegos de mesa en la biblioteca de New Cross, en el sureste de Londres, mientras que otros centenares de personas se turnan para hacer lecturas públicas en las instalaciones de sus localidades.

Muchos ayuntamientos y autoridades provinciales han decidido cerrar las bibliotecas de sus territorios para poder cumplir con el objetivo de recorte del gasto público auspiciado por el Ejecutivo de coalición conservador-liberaldemócrata.

Los ediles argumentan que, si no se cierran los centros de lectura para hacer cuadrar las cuentas, habría que prescindir de otros servicios más fundamentales, como residencias de ancianos o centros de salud mental.

Sin embargo, los ciudadanos, apoyados por numerosos escritores y figuras públicas del país, sostienen que la clausura de bibliotecas es muy perjudicial a largo plazo, sobre todo para los más desfavorecidos de la sociedad.

Estos opositores apuntan que, pese a la necesidad de reducir el déficit estatal, el Gobierno debe proteger los servicios públicos y obtener en cambio el dinero subiendo los impuestos a las empresas y a los ricos.

Autores como Mark Haddon, Philip Pullman, John Dougherty y la actual poetisa oficial del reino, Carol Ann Duffy, han expresado públicamente su oposición al cierre de bibliotecas y señalado que el verdadero impacto de tal acción es difícil de medir.

"Es como una especie de pérdida interna, un oscurecimiento de las cosas, un estrechamiento de los horizontes que gradualmente nos convertirá en menos cultos, menos inteligentes, menos conscientes, menos útiles, menos imaginativos y menos buenas personas de lo que podríamos haber sido", afirmó Pullman, autor de la trilogía "La Materia oscura", quien se opone al cierre de 20 de 43 bibliotecas en su condado de Oxford.

Ennigaldi-Nanna: la curadora del primer museo del mundo

Interesante historia de Ennigaldi-Nanna, princesa y sacerdotisa mesopotámica, hija de quien es considerado por muchos como el primer arqueól...